Cuando se piensa en lesiones vinculadas a la actividad laboral, se tiende a pensar que es algo que puede suceder solamente en aquellos empleos de fuerza o en los que implican directamente la exposición del cuerpo. No obstante, existen diversas lesiones que pueden sufrir las personas que hacen trabajo de oficina o home office. De hecho, una gran cantidad de actividades deportivas que se han ido desarrollando a lo largo de los últimos años están vinculadas a tratar de aliviar el sedentarismo derivado del trabajo con computadoras y otros dispositivos similares.
Siguiendo lo mencionado con anterioridad, podemos reconocer diversas dolencias y problemas físicos relacionados a la exposición constante a pantallas, a los movimientos repetitivos en teclados de computadoras y al uso intensivo de touchpad o de mouse. Los problemas más frecuentes de ello suelen ser dolores de espalda, dolor y entumecimiento de dedos o manos en general, dolor de brazos, mala postura, cansancio y deterioro de la vista, entre otras cosas. También son frecuentes los dolores de cabeza y los problemas del cuello, como así también las contracturas crónicas, por la postura que adquiere el cuello y la totalidad del cuerpo en este tipo de empleos.
El avance de las nuevas tecnologías y sus empleos
Como sabemos, desde hace tiempo, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación no han parado de crecer. Esto ha llevado a que sean cada vez más los trabajos que se llevan a cabo en pantallas. Esto, junto con la hiperconectividad que brindan distintos dispositivos, empiezan a tener un impacto sobre las personas que ejercen este tipo de empleos. Especialmente cuando se da un abuso o mal uso de estos dispositivos y cuando las tareas se llevan a cabo manteniendo una mala postura a lo largo del tiempo.
Se han publicado diversos informes en los que se exponen dolencias comunes en este tipo de empleos. Las afecciones que se han declarado con más frecuencia en este sentido son alteraciones en la vista, tecnoestrés y trastornos musculoesqueléticos.
Problemas de la vista
Cuando se tiene una exposición constante a dispositivos tecnológicos, especialmente a pantallas, se generaliza la fatiga visual. Esto se produce especialmente por mirar y utilizar estas pantallas sin la luz adecuada o por tener un exceso de exposición. Una alteración frecuente es la sequedad ocular, causada por una reducción en los parpadeos, lo que genera una lubricación deficiente de los ojos.
Estrés y sobrecarga
Gracias a las nuevas tecnologías, las personas empiezan a poder trabajar desde cualquier lugar pero, también, en cualquier momento. Esto ha borrado, en muchos casos, los límites entre el trabajo y la vida personal. La hiperconectividad hace posible que la jornada laboral deje de ser fija para pasar a ser líquida. Si bien esto puede traer muchos beneficios, también puede ocasionar que las personas no puedan poner días y horarios límites y que terminen trabajando en prácticamente cualquier momento. En muchos casos, esto termina llevando a que la jornada laboral se alargue.
Problemas musculoesqueléticos
Finalmente, las malas posturas derivadas de este tipo de empleos generan diversas lesiones en el cuerpo. También sucede con los movimientos repetitivos, como el uso excesivo de teclados. La posición incorrecta del cuello para mirar computadoras portátiles puede provocar grandes contracturas y problemas vinculados a las cervicales, que llevan en muchos casos a dolores de cabeza frecuentes, hormigueos, problemas para dormir, entre otros. Además, los movimientos repetitivos como la escritura en teclados o el uso frecuente del mouse puede llevar al síndrome de túnel carpiano, donde se genera un dolor intenso en el lado palmar del dedo pulgar o a tendinitis en codos y hombros.